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Artículos de Alejandro Carantoña y Cuca Alonso en EL COMERCIO y LA NUEVA ESPAÑA sobre la conferencia de Amando de Miguel y Virgilio Oñate en el Ateneo
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EL COMERCIO
Amando de Miguel presenta su libro como «una crítica a una parte de la progresía»
"Un consejero, un concejal, un sociólogo, un ingeniero, un editor y una fabada previa, Ateneo Jovellanos mediante, se dieron cita ayer en Gijón para lo que José Luis Martínez, presidente de la institución, vino a llamar «presentación en dominó».
José María Navia-Osorio, consejero de Sanidad del Principado, acudía invitado por su amigo Amando de Miguel (que mostró su apoyo a Foro Asturias) a presentar su novela 'Judíos en la ciudad de los ángeles'. El sociólogo De Miguel, a su vez, prologó y presentó el otro libro de la tarde, 'Historias para dormir', obra del ingeniero Virgilio Oñate. Publicados, ambos, por el hijo del sociólogo, Iñaki de Miguel. Y todo, bajo la atenta mirada de un Carlos Rubiera, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, que acudió a la presentación y fue invitado a sentarse a la mesa con el resto, aunque no intervino.
La sala estaba poblada, atraída quizás por los libros o, quizás, por lo que De Miguel y Oñate iban a contar. La presentación devino en charla informal, cultural, e incluso política.
Así, el consejero empezó por anunciar que «dadas las circunstancias, sería un poco raro que no dijera nada», en referencia al anuncio de elecciones anticipadas realizado el lunes por Francisco Álvarez-Cascos. Tras seguir la línea ya trazada (La oposición «ha hecho francamente difícil el trabajo»), justificó lo «normal» de las decisiones tomadas en el Ayuntamiento de Gijón con respecto a la Semana Negra y al relevo de José Luis Cienfuegos («No tiene una cátedra») al frente del Festival de Cine.
Hasta ahí la política: luego entró en materia literaria y presentó a Sinforosa, la foca que habla y que hace raíces cuadradas, protagonista de las 'Historias para dormir' de Oñate, que este agradeció algo cohibido por los elogios. A continuación, glosó la escritura autobiográfica de Amando de Miguel, al que, según recordaron ambos, conoció mediante internet. No en vano, De Miguel ha encontrado, a sus tres cuartos de siglo de vida, «todo un mundo» en Facebook, herramienta que utiliza con asiduidad.
Oñate, que quizás a modo de disculpa esgrimió su condición de ingeniero («Solemos hacer lo que se puede en cada momento: podría escribir mejor, pero no con más emoción»), quiso defender la imaginación como remedio a la crisis: «Muchos desempleados no se han parado a pensar que el problema no es de los demás, sino suyo: hay que tratar de fomentar la imaginación, hay que lanzarse a la búsqueda de la aventura y hay que tener curiosidad», planteó como recetas tanto literarias como laborales: «Hay que fomentar la cultura del esfuerzo».
Llegó el momento más esperado: Amando de Miguel tomaba la palabra. Ander Azcárate, el cazador de autógrafos, le esperaba a la salida; igual que un espontáneo que le regaló, a solaz del público, una gorra de capitán, «la gorra de la libertad».
De Miguel presentó, entonces, 'Judíos en la ciudad de los ángeles', una novela «que critica la progresía», dijo, «o al menos un aspecto muy concreto: el prejuicio contra los judíos y contra los norteamericanos. Todo el mundo critica al poderoso». Hoy realiza otra presentación en el Centro Asturiano de Oviedo, a las 20 horas.
Al mismo tiempo, defendió evocando a Clarín, al servirse de la novela podría «criticar cómo es la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Pero no lo critico yo, lo critica David, mi protagonista». «Todos somos», concluyó sonriente, «un poco 'mentirosucos'». Es decir, creadores, opacando a la vista «cierto fondo que no se ve». Eso es «lo previsible», dijo: «Los previsibles son gente civilizada. Los imprevisibles son los locos»".
LA NUEVA ESPAÑA
Cita con la curiosidad, el esfuerzo y la envidia
"Dos libros presentados simultáneamente, ayer, en el Ateneo Jovellanos configuraron un acto en plenitud. Plenitud de público, hasta alcanzar el lleno total, y plenitud en la tribuna; fue preciso añadir una butaca para incorporar al concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Carlos Rubiera, cuya comparecencia no se había previsto. Con todo ello, el acontecimiento resultó ameno y divertido, aunque de esto fueron responsables únicamente los ponentes.
Firmaban las obras, el sociólogo Amando de Miguel, autor de la novela titulada «Judíos en la ciudad de Los Ángeles», y el ingeniero de Caminos Virgilio Oñate de Mora, con su recopilación de cuentos, «Historias para dormir». A ambos se unieron el editor, Iñaqui de Miguel; el consejero de Sanidad del Principado, José María Navia-Osorio -en calidad de amigo de Amando de Miguel-; Carlos Rubiera, y por último el presidente de la entidad, José Luis Martínez.
El editor, Iñaqui de Miguel, que a la vista de su apellido se deducía que era hijo del escritor, abrió el turno de palabras. Dijo que en «Historias para dormir», el libro de Virgilio Oñate, se reúnen los relatos de su infancia, contados por su padre a él y a sus nueve hermanos, y que éstos, a su vez, han trasmitido a sus hijos. Calificó al autor como un hombre aventurero, divertido, y marinero. Respecto a Amando de Miguel, «del que soy hijo de toda la vida», en los últimos años también es editor. «Entre los más de 130 libros publicados, ésta es su séptima novela, el resto ha versado sobre sociología o lenguaje». De «Judíos en la ciudad de Los Ángeles» manifestó que su texto es trepidante y, curiosamente, el protagonista, «esta vez no es él, sino otra persona».
La sorpresa de la noche la ofreció el señor Navia-Osorio al aprovechar el momento para introducir, según su expresión, una cuña publicitaria. A nadie le cupo duda del tema. «La decisión tomada por el presidente, Francisco Álvarez Cascos, de convocar elecciones autonómicas no se ha adoptado sin motivos. La situación era ingobernable. Vinimos a regenerar las condiciones de Asturias, y esto, a ciertos partidos y a un medio de comunicación, no les gusta. Tampoco podemos aprobar los Presupuestos». Tras su aclaración, el consejero de Sanidad dijo que el libro de Virgilio Oñate era divertido y el de Mando de Miguel, fascinante.
Oñate de Mora se definió a sí mismo como amigo de Jovellanos, entusiasta de Gijón y, como la mayoría de los ingenieros, raro. Nosotros añadimos que simpático; es una lástima que su anécdota del circo no tenga cabida aquí. «No creo que pueda escribir otro libro; no es fácil contar», reconoció. A sus hijos ha procurado transmitirles cuatro conceptos: imaginación, aventura, curiosidad y esfuerzo.
«Hoy es un día histórico», declaró Amando de Miguel en su turno, refiriéndose al hecho de que un ingeniero sea escritor, aunque hay excepciones, como la de Echegaray. Nosotros añadimos a Salvador de Madariaga. «¿Por qué escribo tanto?, suelen preguntarme. No lo sé. Quizás haya tres razones; porque me gusta, porque es necesario hacer pensar a la gente, y tercero, porque así doy envidia». De su novela «Judíos en la ciudad de Los Ángeles», explicó que sus personajes se relacionan a través de internet. «Es un libro fantasioso, en el que incluso intento hablar con los ángeles. En él hay intriga, amor y un final extraño porque perdí dos archivos, de manera que el final lo tienen que poner ustedes»".
Al final del acto el presidente del ATENEO JOVELLANOS de Gijón, José Luis Martínez, entregó a Amando de Miguel y a Virgilio Oñate sendas placas conmemorativas de su paso por el Ateneo.