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Julián Herrojo, rector del Sagrado Corazón: "El Santo Sepulcro es el 'omphalos', el ombligo del mundo, y toda la historia de la humanidad pasa por él"
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Julián Herrojo (a la izquierda en la imagen, junto al presidente del ATENEO JOVELLANOS de Gijón, José Luis Martínez) desgranó las múltiples curiosidades que encierran los lugares en donde vivió Jesús de Nazaret, empezando por una paradoja: los que se acercan al venerado nicho lo hacen sabiendo que no encontrarán lo que van a buscar: "todos los peregrinos que veneran el Santo Sepulcro saben que van a rezar a quien con toda certeza no está ahí. Hacen lo mismo que hicieron Pedro y Juan hace veinte siglos: correr para comprobar que el sepulcro está vacío, porque Jesús ha resucitado".
Otra de las paradojas de Tierra Santa es que Jerusalén, una de las ciudades más antiguas del mundo (fue fundada por el rey David en torno al año 1000 A. C.), durante mucho tiempo dejó de llamarse así por iniciativa del emperador Adriano, quien la designó como 'Elia Capitolina'. Y que sigue en pie hoy en día a pesar de que ha sido destruida completamente dieciocho veces a lo largo de su historia, como recordó Julián Herrojo: "una de las mayores barbaries fue ejecutada en el año 70 por orden de Tito, que destruyó el Templo de Salomón dejando en pie solo una pared, la que conocemos como 'el muro de las lamentaciones' y que los judíos llaman 'el occidental'".
Fue Adriano quien mandó destruir la memoria del Santo Sepulcro para combatir la "superstición cristiana", recubriendo el lugar de escombros y deshechos y edificando encima dos templos dedicados al culto de Venus y Afrodita. Para el sacerdote asturiano, el emperador no solo fracasó en su intento, sino que su acción acabó resultando de gran ayuda para preservar la memoria de Jesús: "al final, lo que hizo Adriano no fue otra cosa que colocar un certificado de autenticidad sobre el Santo Sepulcro". De hecho, doscientos años después apareció en el mismo lugar Santa Elena, madre de Constantino -el primer emperador cristiano-, enviada por su hijo para edificar un santuario sobre las ruinas de Adriano. "Pero Elena, mujer de gran carácter, desobedeció a su hijo y lo que hizo fue excavar en toda la zona, con lo que se recuperó el Santo Sepulcro. Posteriormente se edificó allí la gran basílica, que fue consagrada el 14 de septiembre. Por eso la Iglesia celebra ese día la festividad de la exaltación de la Santa Cruz. Santa Elena también edificó una iglesia en el Monte de los Olivos, que es conocida como la del 'Pater Noster'", explicó Julián Herrojo.
Tras la época romana llegó la época bizantina. En el año 614 Palestina fue invadida por los persas, y en el 636 por los árabes, una ocupación que dura hasta hoy, con el paréntesis de dos siglos de reconquista por los Cruzados. Una reconquista que, en opinión del conferenciante, no fue tanto por atacar al islam como por poder seguir venerando los Santos Lugares: "los Cruzados surgen por la prohibición a los cristianos de visitar la tierra de Jesucristo". Una de las principales labores que realizaron los peregrinos, muy valorada por Julián Herrojo, fue recuperar la memoria de Jesús: "los Cruzados consultaron a la población de Palestina sobre todo tipo de recuerdos piadosos, y gracias a ello tenemos una multitud de relatos de los peregrinos, tanto históricos como de las costumbre de la época. Uno de los más famosos es el de Egeria, una española -posiblemente de la comarca de El Bierzo-, que relata con todo detalle y gran belleza cómo se celebraba la Semana Santa en Jerusalén".
Con el segundo periodo árabe, iniciado en 1187, se produce la llegada de los franciscanos, que desde entonces tienen encomendada la custodia del Santo Sepulcro. Según apuntó el sacerdote asturiano, esta custodia ha sido "hasta hace muy poco en unas condiciones de aislamiento casi inhumanas".
Pero no faltó el toque de humor en la conferencia de Julián Herrojo. El párroco apuntó que fue en Jerusalén, hace mil años, cuando se hicieron los primeros 'grafiti': "En cada santuario había una persona encargada de inscribir en las paredes los nombres de los peregrinos. Éstos solían pedir que se dejase constancia también de la memoria de sus familiares que no habían podido viajar a Tierra Santa, especialmente sus padres. Así que los templos se iban llenando de inscripciones en las paredes".
EL ATENEO JOVELLANOS ESTA PLANIFICANDO UN NUEVO VIAJE A TIERRA SANTA
Julián Herrojo fue presentado por el presidente del ATENEO JOVELLANOS de Gijón, José Luis Martínez, quien hizo un encendido elogio del sacerdote: quiero reiterar a don Julián mi reconocimiento por su gran labor humanitaria, su trabajo en favor de la cultura de Gijón y de Asturias y, de forma muy especial, su consideración para con nuestra institución, de la que él es uno de sus más insignes miembros".
Asimismo, José Luis Martínez anunció que el ATENEO esta proyectando un viaje a Tierra Santa, continuación del realizado en 2007 con Julián Herrojo como guía, y al que el presidente de la institución gijonesa volvió a proponer como anfitrión: "Aquel viaje nos dejó una profunda huella a todos los que lo realizamos. Por ello puedo anunciarles ya que, ante el éxito de aquella expedición, el ATENEO JOVELLANOS tiene en proyecto un nuevo viaje a Tierra Santa. Y, por supuesto, esperamos contar con don Julián, tanto en su condición de ateneísta ilustre como de gran conocedor de aquellos lugares".